Si bien entre los humanos hay cierto porcentaje de dislexia* , en el caso de la mayúsculas ésta es una norma general.
Las mayúsculas tienen grandes, grandísimas dificultades en leer y entender el significado de otras letras, particularmente minúsculas y en especial las vocales.
No es por falta de voluntad, pues. Es que las buenas mayúsculas simplemente no las comprenden. Cuando una minúscula se acerca corazón en mano y estampa sus naricitas frente a un muro de silencio o la hilaridad condescendiente, no es crueldad, no es altanería.
No, no es nada de eso, es dislexia.
*De la Wikipedia: "Se llama dislexia (...) a la dificultad en la lectura que imposibilita su comprensión correcta.”
Sí, y cuando por fin se dignan hablar con las minúsculas, padecen dislalia
ResponderEliminarno hay forma de entender qué diablos están diciendo (eso sí, se puede intuir por el tono que emplean)
y sólo cabe una retirada un poco frustrante...
brrrrrrr
muass!
Cierto, cierto, AlmenitA, me ocurrió hace poco con unas mayúsculas con las que intentaba conversar para mis investigaciones.
ResponderEliminarPobrecitas, mayusculitas...
Un besazo
Pa mí que ignoran que se pueda emplear un lenguaje que no sea el suyo; no, no es mala intención, es que sólo van a lo suyo: ¡Criaturitas...!
ResponderEliminarY ese lenguaje no verbal, del que las tontas de las minúsculas generan en el corazón, y van y te sueltan una sonrisa tan sólo porque les sale del idem y que las inteligentes mayúsculas con todos sus conceptos, preceptos y formularios muy al día, piensan que es lo que es: Una tontería...
Ayyyyy, ¡qué tonta estoy...!
Bessstias besitosss
Luz, Luz, pobres mayusculitas. Son las grandes incomprendidas de los libros. Suerte que les toca encabezar todo texto existente, de lo contrario... acabarían exterminadas, criaturitas.
ResponderEliminarUn bessso y un bessstia
Pues, menos mal que nos lo aclaras, aMI, porque llevo una temporada de encontronazos mayúsculos a causa de la altanería y la soberbia de algunas. Ahora que sé que tienen ese problema intentaré ser más comprensiva y no tomarme su displicencia al pie de la latra.
ResponderEliminarMármara, me alegra haberte resultado útil, sabes que es mi deseo al escribir este blog. En cuanto a tus soberbias mayúsculas, seguramente son las de algún libro de Pedagogía Sistémica, corrigeme si me equivoco. Te diré que ésas son especialmente disléxicas, por lo que deberás tener doble paciencia.
ResponderEliminar¿Y qué importancia tiene que comprendan o no comprendan, si siguen siendo MAYÚSCULAS?
ResponderEliminarDe hecho, Mercedes, creo que una cosa está estrechamente ligada a la otra. La dislexia es requisito imprescindible en el proceso de mayusculización.
ResponderEliminarEl caso es que es mejor así. A la larga te das cuenta.
ResponderEliminarPobres minúsculas, no les falta nada.Te das cuenta que el problema lo tienen las mayúsculas, pero las pequeñas pagan los platos rotos.
ResponderEliminarmariarosa
Dintel, sí, es mucho mejor, si las mayúsculas no fueran disléxicas, correrían el riesgo de minusculizarse todas y ahí tendríamos un problema ortográfico de aupa.
ResponderEliminarMariarosa, como tiene que ser. No van a pagar las mayúsculas, que son muchas menos y, además, encabezan las frases.
O sea que la incomprensión es por la dislexia...ya me quedo más tranquila , al saber que no es por crueldad (ay cono subiría de nuevo a mi pueblo donde mayúsculas y minúsculas se confunden con la niebla...)
ResponderEliminarAy, Rosana, ese pueblo en medio de las nubes... Cuánto habrás disfrutado estos días!
ResponderEliminarSí, es dislexia, no te hagas mala sangre ni se lo tengas en cuenta.
Un beso
Dislexia por las mayúsculas que se lleva a la adultez rebautizada como Deficit Atencional, en muchos casos.
ResponderEliminarAy, con esa letras que corren en caminos de hormiga y son hiperkinéticas que salen de la sangre. Ay, cuando no se pueden domar y la fuerza de los genes nos encuentra haciendo Soliloquios
http://enfugayremolino.blogspot.com
jop! de lo que se entera una sobre las mayusculas... creo que las voy a intentar evitar :P
ResponderEliminarSoyLaura, domar no se pueden domar. He ahí la dificultad del asunto. A las maúsculas es más fácil domarlas, pero a estas bobas pequeñajas no hay manera.
ResponderEliminarBixitoluminoso, creo que es imposible evitar a las mayúsculas sin salirse del libro y hasta de la frase. Siento tener tan malas noticias.
He llegado a la conclusión que en este blog, su creadora siempre defiende a las mayúsculas y critica a las minúsculas...¡He dicho!
ResponderEliminarBesos.
mariarosa
Mariarosa, como bien decías, y un día se me van a subir por las piernas y me van a mordisquear cabreadas por la injusticia.
ResponderEliminar¿Pero para qué defenderlas si ya estáis los demás para eso? ¿Y las pobres mayúsculas? ¿Quién las defiende a ellas? ;)
Un beso
Vos.
ResponderEliminarJajaa...
Me estoy peleando para defender las minúsculas, creo que ya estoy de remate...
Un beso.
mariarosa
Jajaja, Mariarosa, sí que es grave tu afán protector a las minúsculas ;)
ResponderEliminarUn beso
Que buen humor el tuyo, no sabía que entre Mayúsculas y Minúsculas existian tales problemas...
ResponderEliminarIsabel
Buen blog, muy entretenido.
Muchas gracias, Isabel.
ResponderEliminarYa ves, ni en las letritas resulta sencilla la cosa, toda convivencia está llena de conflictos y, como unas y otras se alinean en la misma página, pues surgen los roces y las diferencias.
Pero como duele...
ResponderEliminarSi se es minúscula sí, duele. Las mayúsculas no tienen este inconveniente, pues están inmunizadas y no ven otro modo de hacer o sentir, dada la dislexia.
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