Las mayúsculas son muy comedidas y prudentes. En cualquier momento o situación saben conservar el decoro y la mesura. En cualquier relación son capaces de mantener la templanza.
Así, sus besos son tibios y los abrazos también. Sus palabras son cabales y sus actos sensatos. Sus amistades cordiales y sus amores apacibles.
Todo lo contrario de lo que ocurre con las alocadas minúsculas, que se lanzan como irresponsables a los brazos de la primera letra que les hace un guiño, les ríe una gracia o les arregla el lacito prendido en la cola. Luego, claro, se defraudan. Y vienen los enfados (tan entusiastas como los cariños que los precedieron), el llanto, los mocos y los atracos de chocolate negro con 80% de cacao.
Una vez más, aquí tenemos una de las grandes lecciones que las mayúsculas nos pueden ofrecer.
Dios, me he sentido tan retratada que no sé si ir a terapia o a comprar más chocolate.
ResponderEliminarBeso :)
Little Leren
mmmm abrazos tibios, palabras cabales, actos sensatos...
ResponderEliminar¡a mí eso me suena a reunión de junta directiva o algo así...! o sea, tedio+tedio
¡vivan las minúsculAs loquillAs y vehementes!
a ver... venga acá que le limpie esos mocos...
:)
muasssss!
Leren, ¿como puedes dudar entre terapia y chocolate? Hummm...
ResponderEliminarUn beso
Almena, prepara una sábana si vas a limpiar los mocos a una minúscula, porque un pañuelo normal y corriente se queda muuuuuy corto.
Un besazo
Y no tendrás algo intermedio, no se yo alguna letra extranjera, un símbolo como una arroba... es que si he de elegir creo que secundo a Almena jejejeje
ResponderEliminarYa se, sabana Queen size para los mocos y chocolates a mogollón en sus mas variadas presentaciones, (pero lo divertido ¿quien me lo quita?) jajajajaja
Abrazos minúsculos con la capacidad Mayúscula de esta -a RO ba-
RO
Creo que empiezo a convertirme en mayúscula. ¡Y no duele!
ResponderEliminarRo, lo siento, pero la templanza es el término medio. Está el todo, la nada y la templanza. No te queda más remedio que comprar chocolate.
ResponderEliminarUn beso
Dintel ¡qué interesante lo que te está pasando! y, dime, ¿te salen pelos en la cara con luna llena?
Siempre me he decantado por los amores minúsculos y, como consecuencia, me he convertido en una experta en terapia negra. De lo cual no me arrepiento en lo absoluto.
ResponderEliminarEs que no se puede luchar contra la naturaleza somos sentimentales y apasionadas las minúsculas pero oye con el tiempo vamos aprendiendo algo de las mayúsculas sin que ellas se enteren..
ResponderEliminarMármara, yo también soy experta y de hecho siempre tengo chocolate en casa. Por si la vida se pone dramática.
ResponderEliminarIco, eres alumna aventajada, algunas no aprenden. Y mira que lo intentan.
Cuando me ataca la tentación de volverme tan racional como las mayúsculas que mencionas la vida me da un revolcón y me vuelve a mi naturaleza... entonces pienso: eso que se pierden las pobres mayúsculas... con lo bueno que es el chocolate! además, nada es para siempre... Carpe Diem!
ResponderEliminarbesillos
Es verdad, Pena Mexicana, sólo por el chocolate de después ya vale la pena. Si la cura fuera de pepinillos en vinagre o guindillas, pues otro gallo cantaría, pero con chocolate casi que le entran a una ganas de llevarse una decepción con tal de tener la excusa.
ResponderEliminarBeso
Soy una mayúscula que come chocolate (con leche). ¿Es grave, aminuscula?
ResponderEliminarMercedes, es gravísimo porque estás cometiendo una infracción, casi un fraude, diría. O se es mayúscula o se come chocolate (la leche no es atenuante, ni la trufa, ni el licor) ambas cosas no pueden ser. Tendrás que elegir si mayúscula o chocolate.
ResponderEliminarEntré con la mesura de una minúscula.
ResponderEliminarMi mirada se derritió en el chocolate de tu post.
No me queda más remedio que saludarte en mayúscula.
La diferencia entre mayúsculas y minus, es que estas últimas están vivas de verdad; lo de las primeras es un boceto carente de colores.
ResponderEliminarBesitosss
Shiraz, entrar con la "mesura" de una minúscula es una temeridad, aquí o en cualquier otro sitio. Nadie puede garantizar que salgas ileso.
ResponderEliminarLuz, cómo se nota de qué bando estásss. Besitosss.
¡¡Ahora sí!!
ResponderEliminarYa comprendo porque me gustan las minúsculas; atracón de chocolate (1º) amores equivocados (a pesar de la edad).
Ellas y yo: almas gemelas (nada que ver con la blogera)
Muy buen texto, repito como el ajo: eres original.
mariarosa
Lo del chocolate, Mariarosa, creo que es algo generalizado. Y me da que lo otro también. Arriba tienes varios testimonios al respecto.
ResponderEliminarGracias de nuevo, por tus palabras.
Un abrazo