
La cuestión de la crisis es bastante simple: había exceso de mayúsculas. Todo el mundo sabe que en una frase bien construida no debe haber más de una mayúscula, la que encabeza a la misma. Como única excepción a esta regla, se permite alguna que otra mayúscula cuando se trata de nombres propios.
Bien, pues hecha la ley, hecha la trampa. Hace un tiempo las frases empezaron a llenarse de nombres propios sin apenas minúsculas entre ellas que puedan sostener el sentido de la frase.
A todo esto hay que añadir que muchos de estos nombres propios estaban encabezados por minúsculas venidas a mayúsculas, asunto que multiplicaba el número de mayúsculas existente y ponía en peligro seriamente todo el sistema ortográfico.
Los jóvenes, confundidos por la situación, empezaron a mezclar mayúsculas y minúsculas de forma iNDiscrIMiNadA en sus escritos, mientras que otros escribían en sus e-mails sólo con mayúsculas.
El asunto ya era insostenible.
Ahora las mayúsculas están cayendo una a una, ahogadas por las deudas contraídas para hacerse con un nombre propio, mientras las minúsculas se mantienen donde estaban (no se puede caer más bajo que una minúscula). Mientras las mayúsculas pierden las frases de su propiedad, las minúsculas no pierden nada, porque nunca han tenido una frase propia. Y las minúsculas venidas a mayúsculas vuelven a ser minúsculas de nuevo.
Es tiempo de minúsculas, más nos vale asumirlo.
Bien, pues hecha la ley, hecha la trampa. Hace un tiempo las frases empezaron a llenarse de nombres propios sin apenas minúsculas entre ellas que puedan sostener el sentido de la frase.
A todo esto hay que añadir que muchos de estos nombres propios estaban encabezados por minúsculas venidas a mayúsculas, asunto que multiplicaba el número de mayúsculas existente y ponía en peligro seriamente todo el sistema ortográfico.
Los jóvenes, confundidos por la situación, empezaron a mezclar mayúsculas y minúsculas de forma iNDiscrIMiNadA en sus escritos, mientras que otros escribían en sus e-mails sólo con mayúsculas.
El asunto ya era insostenible.
Ahora las mayúsculas están cayendo una a una, ahogadas por las deudas contraídas para hacerse con un nombre propio, mientras las minúsculas se mantienen donde estaban (no se puede caer más bajo que una minúscula). Mientras las mayúsculas pierden las frases de su propiedad, las minúsculas no pierden nada, porque nunca han tenido una frase propia. Y las minúsculas venidas a mayúsculas vuelven a ser minúsculas de nuevo.
Es tiempo de minúsculas, más nos vale asumirlo.
No sé... parece que hasta vírgula se ha puesto gafas oscuras para no ver según que cosas... o puede que se esté protegiendo los ojos de tanto brillo de oropel...
ResponderEliminarEn cualquier caso... tu última frase es más bien esperanzadora ¿no?
Yo así la "asumo".
:)
Besos mil, bella "a"
Es así, ami... Cuanto menos se tiene, menos se pierde, y no es cuestión de escasez sino de saber qué es necesario para ser uno mismo, y nos sobran tantas cosas...
ResponderEliminarMe ha encantado tu post :))
Muchos besos
De lo que se viene a deducir, una vez más, que el tiempo lo pone todo en su sitio, incluso a las minúscula venidas a mayúsculas. Y que esta vida es tan sabia que permite a todas las especies realizar su selección natural cuando es preciso y menester.
ResponderEliminarY ya, por último, hacer mías las palabras de Luz, que comparto al cien por cien, incluido que me ha encantado el post.
"Tiempo de minúsculas", me ha encantado la frase.
ResponderEliminarLo malo es que las mayúsculas, antes de caer al barro tiran a las minúsculas, para asegurse de que las minúsculas siguen estando por debajo y más sucias que ellas...
Jolín, como dicen ustedes, con esto de la crisis!
ResponderEliminarRecuerdo el "Ustedes y nosotros" de Benedetti.
Y te pego la letra de un duo de rock de aquí de los 70 y 80, Pedro y Pablo.
Me encantó, como siempre, lo que escribiste. Besos.
CONTRACRISIS
Desde mi adolescencia
escuché hablar de crisis
como de una dolencia
como si fuera
el cáncer o la tisis.
Escuché a mis mayores
frunciendo el entrecejo
hablar de los valores
-crisis del valor-
de nuestro mundo viejo.
Usando esa palabra podrida
con gusto a callejón sin salida
pequeño sustantivo descalificativo:
crisis, crisis, crisis, crisis
crisis en la luz de los ojos del hombre
crisis en las ganas de amar de la gente
crisis aunque sea tan solo un nombre
para echarle toda la culpa al presente.
Pero yo no estoy en crisis
yo tengo mucho que dar
creo en vos y creo en mí
y necesito cantar
y necesito cantar.
Escucha las trompetas
y pícolos y cuernos
la voz de los profetas
hablar de los infiernos
yo miro en los planetas
y siento en sus influjos
que somos marionetas
bajo los dedos brujos
de fuerzas que superan la mente
cuando la mente no está conciente
de todo lo que pueden
en tanto que se haga
Crisis, crisis, crisis, crisis
crisis de pareja, crisis de nervios
crisis económica, crisis de llanto
crisis de valores, crisis de histeria
crisis energética, crisis de canto.
Pero yo no estoy en crisis
yo tengo mucho que dar
creo en vos y creo en mí
y necesito cantar
y necesito cantar.
Me encantó este post, tanto que pude haber escrito en letras mayúsculas.
ResponderEliminarMAYúSCULOS SALUDOS
:D Me ha encantado! Y estoy feliz de q el tiempo sea de minusculas, ellas también tienen derecho a ser protagonistas.
ResponderEliminarSiempre tan cargada de "sentidos" e ironía.Tus juegos de palabras y la ironía fina me encantan.
ResponderEliminarSeguiremos la crisis de las mayúsculas con algo de piedad también por las mayúsculas que no tenían culpa y también han caido( que los hay como en todo).
Bueno, bien, como si más subes más caes, perfecto, nuestro porrazito será muy pequeñito.
ResponderEliminarUn abrazo, te echaba de menos.
Sip, que La Crisis vino con y por Mayúsculas!
ResponderEliminarVamos por lo nuestro: comencemos a nivel micro con nuestros minúsculos aportes; si somos capaces de modificar para bien nuestro entorno, les daremos una mayúscula lección a esas pocas mayúsculas globalizadas.
Y las pondremos en su lugar, psss!
(P.D: ¿dÓNDE lAS pONDREMOS??)
Mayúsculos besos y minúsculas que sobrevuelan como
ResponderEliminarluciérnagas ...
Que alegría poder leerte :)Te sigo como siempre
Besos y abrazos IndelebLes
hola
ResponderEliminarme ha gustado y divertido mucho todo lo que escribes
estoy de acuerdo
tendremos que aprender a ser sencillos
Pues fjate que me da a mí que por culpa de las mayúsculas, algunas minúsculas van a ser relegadas a simples signos de puntuación. Al tiempo.
ResponderEliminarBesos...
Siempre he preferido y lo sigo haciendo a las minúsculas; en tiempos de bonanzas y de crisis.
ResponderEliminarAbrazos y gracias por tu felicitación
Excelente reflexión, no es una cuestion menor. La cosas por su nombre, los puntos sobre las ies y las mayusculas en su lugar.
ResponderEliminarMe alegro que te hayan gustado los enojitos!
saludos!!
ivana lagartija
Buena metáfora.
ResponderEliminarBuenísimo texto! :-)
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