
Cuando las minúsculas se cansan de escribir la misma historia, cuelgan el cartel de "cerrado por vacaciones" y de inmediato actúan en consecuencia: se van a escribir* a otra parte, literalmente (o literativamente).
Rara vez les dura más de dos semanas la escapada y, pobres flores de ababol, en su excesiva disposición, predisposición y disponibilidad, acumulan año tras año nuevos lugares donde escribir, obligándose a sí mismas a correr sofocadas de uno a otro y del otro a otro más y luego al nuevo... y así hasta necesitar unas buenas vacaciones y marcharse a escribir a otra parte.
Pero esta vez tampoco les dura más de dos semanas y, florecitas de ababol, vuelven (con el nuevo sitio de rigor a cuestas) para contestar a preguntas sobre el lugar qué ocupan los números o si huelen las minúsculas al desnudarse**. Y otra vez a correr y cada vez más deprisa.
*para una minúscula escribir viene a ser lo que para una persona vivir
**estas preguntas serán contestadas a la vuelta
Rara vez les dura más de dos semanas la escapada y, pobres flores de ababol, en su excesiva disposición, predisposición y disponibilidad, acumulan año tras año nuevos lugares donde escribir, obligándose a sí mismas a correr sofocadas de uno a otro y del otro a otro más y luego al nuevo... y así hasta necesitar unas buenas vacaciones y marcharse a escribir a otra parte.
Pero esta vez tampoco les dura más de dos semanas y, florecitas de ababol, vuelven (con el nuevo sitio de rigor a cuestas) para contestar a preguntas sobre el lugar qué ocupan los números o si huelen las minúsculas al desnudarse**. Y otra vez a correr y cada vez más deprisa.
*para una minúscula escribir viene a ser lo que para una persona vivir
**estas preguntas serán contestadas a la vuelta