
Llegado el verano, con el sol y las vacaciones, se empieza a hablar más de la navegación por mar, como es natural. Mayúsculas y minúsculas hacen sus planes para embarcar, con más o menos antelación, escogiendo botella (las letras siempre navegan en una botella arrojada al mar) o dejándose llevar por las ofertas de última hora.
Pero mientras las mayúsculas embarcan por puro placer, las minúsculas se amontonan en sus estrechas embarcaciones para escapar del libro de terror en el que fueros escritas (por un módico precio, claro). Y mientras para las mayúsculas el tapón de corcho* es una barrera de seguridad, para las minúsculas viene a ser la barrera infranqueable que les impide salir...
En fin, ya se sabe, minúsculas y mayúsculas se empecinan a ver las mismas cosas desde prismas diferentes.
*Imagina, espero haber contestado con esto a tu pregunta sobre lo que piensan las minúsculas de los tapones de corcho; en verdad no es lo que piensan, es lo que sienten.
Pero mientras las mayúsculas embarcan por puro placer, las minúsculas se amontonan en sus estrechas embarcaciones para escapar del libro de terror en el que fueros escritas (por un módico precio, claro). Y mientras para las mayúsculas el tapón de corcho* es una barrera de seguridad, para las minúsculas viene a ser la barrera infranqueable que les impide salir...
En fin, ya se sabe, minúsculas y mayúsculas se empecinan a ver las mismas cosas desde prismas diferentes.
*Imagina, espero haber contestado con esto a tu pregunta sobre lo que piensan las minúsculas de los tapones de corcho; en verdad no es lo que piensan, es lo que sienten.
Vengo a devolverte la gentileza de ser el primer comentario en este post del domingo. Si es que alguien no está escribiendo aquí ahora y me gana de mano. A ver probemos...
ResponderEliminarSi, lo logré!!!
ResponderEliminarAhora vengo en una canoa y no en el Queen Elizabeth. Pero no sé donde está el corcho.
QUÉ DIVERTIDO LO QUE ESCRIBÍS QUERIDA CRONOPIA. (perdón por las mayúsculas)
buen domingo para vos y un beso.
Además, las minúsculas pagan menos por su billete, al ocupar menos
ResponderEliminarPues yo pensé que el tapón de corcho sería su tabla de salvación, esa tabla de salvación de la cual podrían asirse para naufragar a salvo hasta llegar a una tierra donde al fín mayúsculas y minúsculas pudiesen vivir en auténtica armonía.
ResponderEliminarEse lugar llamado utopía, donde claramente las minúsculas son felices.
Gracias por la mención. ya sabes que eres de nuestros favoritos.
Y que adoramos las minúsculas.
Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza...
ResponderEliminarMe encantaría ver a los magrebíes llegando a Europa en el Queen Elizabeth;confortables,calentitos,
ResponderEliminarcomidos y vestidos y también sanos...
Al menos no lo pasaría tan mal pensando en esa maldita travesia que les ha costado la vida a tantos... ;-)
Un besote.
Como siempre, querida aminúsculA, tu post un derroche de originalidad, imaginación y compromiso. Como esa pequeña "a" que también lo es: original, imaginativa, comprometida.
ResponderEliminarGenial.
Besos
Me encantan estas letras tan cargadas de conciencia social..
ResponderEliminarB x C
Y tú, ¿qué eres? ¿mayúscula o minúscula?
ResponderEliminarTerrible drama sin sentido consentido.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces, mayúsculas y minúsculas viajan en el mismo barco, aunque en cubiertas diferentes. Como ocurrió en el Titanic.
ResponderEliminarUn beso.
Yo lo que creo es que, a unas y otras, les vendría muy bien cun cursillo, aunque fuera de diez horas (un crédito), de aprendizaje cooperativo. Y a las minúsculas, en particular, uno complementario de autoestima.
ResponderEliminar“Las letras siempre navegan en una botella arrojada al mar”. La frase me ha hecho recapacitar hasta caer en la cuenta de que, en efecto, es así. Unas navegan tristemente a la deriva, ignotas entre el piélago de botellas que habitan el océano sin fin de la comunicación; otras mantienen el rumbo fijo hacia un destino, algo que no les asegura un buen recibimiento… Pero ellas navegan, navegan siempre esperando la mano que retire el tapón y las haga libres o, la menos, (les permita estirar sus rabitos).
ResponderEliminarMe ha gustado especialmente este dibujo, es muy tierno. Un abrazo.
Y éstas todavía tienen suerte porque tengo entendido que algunas minúsculas deben viajar enlatadas en conservas de patera y las pobres cuando creen haber llegado a puerto (infelices), son devueltas por correo urgente.
ResponderEliminarBesos
Chiquitina:
ResponderEliminarte invito anevegar en aguas del caribe.
Ya verás qué bien se lo pueden pasar las minúsculas.
un abrazo,
(este blog me da ternura)
Pos sí, pos sí, póstumo y sanseacabó. Igual reaparezco algún día con otro nombre, pero no more hobbit feet.
ResponderEliminarUn besote muy grande
Jaime
En cierta manera, hay está lo triste, que unas y otras recorren el mismo camino, pero de maneras muy diferentes...
ResponderEliminarSalud
Un mismo tapón que a unas les da seguridad y a las otras las mantiene prisioneras..hasta cuando esta injusticia? :-(
ResponderEliminarSaludos de alcachofa
pase a maravillarme...me maravillé
ResponderEliminarEs un gustazo siempre buscar un hueco para pasar a ver a minúsculas y mayúsculas... Espero no volverme a perder mucho tiempo :)
ResponderEliminarGenial como siempre! Besos